01/11/2024

GOBERNANTES MUNDIALES SE REÚNEN EN LIMA Y RíO DE JANEIRO

Los encuentros en foros con líderes internacionales son oportunidades sumamente valiosas para la implementación de una política exterior, y en particular para el uso de una activa diplomacia presidencial. Dos importantes reuniones de jefes de gobierno tendrán lugar en América del Sur en noviembre. El 15/16 se econtrarán en Lima los 21 líderes de la Cooperación Económica del Asia Pacífico (APEC). Luego —el 18/19—, se reunirán en Río de Janeiro los líderes del G20. En camino a estos destacados encuentros, se observan diferencias notables en como Argentina y Brasil actúan hoy en el campo internacional 

Muy cerca de nuestro país y organizado por un país amigo y hermano como Perú, se desarrollará la reunión de la APEC. Por tercera vez organiza Lima este evento —que debería ser de gran interés para Argentina—, y que reunirá a líderes de 21 economías de la región Asia Pacífico: Australia, Brunéi, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Rusia, Singapur, Corea, China Taipei, Tailandia, EE.UU., Vietnam y Perú. Varias de estas economías son destacados destinos para las exportaciones argentinas, como también importantes fuentes de inversión extranjera en nuestro país.

El foco de la APEC está en lo económico y comercial, y su labor se desarrolla a pesar de las diferencias ideológicas y políticas entre sus miembros, y de la competencia geopolítica entre EE.UU. y China. Estas discusiones, donde participan desde miembros alineados con Occidente a integrantes del BRICS, toman relevancia, en un con-texto global de creciente proteccionismo.

Bajo el lema “Empoderar. Incluir. Crecer” se plantearon estas prioridades: 1) Comercio e inversión para un crecimiento inclusivo e interconectado, 2) Innovación y digitaliza-ción para promover la transición a la economía formal y global, 3) Crecimiento sos-tenible para un desarrollo resiliente. La presidencia peruana logró la aprobación por unanimidad de las declaraciones de los ministros responsables de comercio, de los de turismo, y una importante declaración ministerial sobre “la Mujer y la Economía”.

Curiosamente, nuestro vecino Brasil, sin costa sobre el Pacífico, ha sido invitado a Lima. El presidente Lula da Silva ha aceptado la invitación, mismo teniendo que presidir la reunión de los líderes del G20 dos días más tarde. Así, Brasil elige participar en los foros internacionales que considera importantes para aumentar su autonomía mediante la diversificación económica. En efecto, Brasilia le da suma importancia a su exportaciones a China y el resto de los países asiáticos que concurrirán. Por ello, Lula muestra interés por el puerto de Chancay —de capitales chinos (60%) y peruano/internacionales (40%)—, por donde saldrían sus exportaciones, y que será inaugurado por Xi Jingpin en su visita a Lima.  Brasil —que no impone retenciones a las exportaciones— mantiene con China un superávit comercial, mientras que Argentina mantiene con ella un déficit comercial.

Es en un contexto global de alta pugnacidad y peligrosidad —como afirma el profesor Juan Gabriel Tokatlián—, que Brasil se dispone a recibir a los líderes del G20.  Evento que Argentina ya organizó con gran éxito en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri. Este foro, que reúne a los líderes de las 20 economías más importantes del mundo, es un ejemplo notable de la “diplomacia de líderes” en tiempos recientes. Tiene un alto valor en lo simbólico y también en lo concreto. No existe otro foro donde todos los líderes de las potencias establecidas, y de los BRICS se encuentren cara a cara. Frente a los conflictos militares existentes, la diplomacia brasileña ha tratado de minimizar la discusión geopolítica, argumentando que eso corresponde a las Naciones Unidas (ONU), y ha promovido los temas de lucha contra la pobreza, el desarrollo y la gobernanza global. 

En este foro, Argentina ha causado sorpresa al ser el único país que no dio su consenso a la declaración del grupo de trabajo de empoderamiento de las mujeres. Esta delicada posición —en sintonía con la adoptada recientemente en la ONU—, ya está causando más inconvenientes que beneficios en lo político y diplomático a nivel internacional, y potencialmente lo hará en lo económico.

Por su lado, Brasil espera aprovechar el G20 para anunciar avances significativos en el acuerdo Mercosur-Union Europea (UE). Vale la pena recordar que Brasil se opuso a una serie de imposiciones ambientales por parte de la UE —incluído el llamado Pacto Verde—. Y aunque Emmanuel Macron impulsó estas medidas, Lula se reunió con él para lograr entendimientos en forma firme pero civilizada. Las negociaciones presentan dificultades en cuanto al capítulo de comercio y desarrollo sustentable, y por el momento la UE ha postergado la entrada en vigencia del Pacto Verde.

Más allá de sus manifestaciones ideológicas, Brasilia implementa una política exterior sofisticada y participativa, actuando constructivamente en foros globales, defendiendo sus intereses, y procurando obtener resultados concretos para sus ciudadanos. Por su parte, el gobierno argentino actual da a veces la impresión de adoptar un enfoque de antiparticipación a nivel regional e internacional.  A su vez, parece tomar posiciones ideológicas —como contra el empoderamiento de las mujeres—, que están causando un serio rechazo, sin evidenciarse los beneficios. Si como escribió Maquiavelo, “la universalidad de los hombres es impactada tanto por las apariencias como por la realidad, y a veces las apariencias los impactan más que la realidad misma”, es difícil afirmar si es el contenido o las formas del gobierno argentino, lo que más causa incomprensión a nivel internacional.

Patricio Carmody es especialista en Relaciones Internacionales. Ingeniero Industrial (UBA), MBA (Dartmouth College) y Doctorando en Relaciones Internacionales (Ecole des Hautes Etudes Internationales - París). Completó programas de posgrado en la Kennedy School of Government (Harvard) y en Columbia-SIPA/ Banco Mundial. Trabajó en Pepsico Inc. durante dos décadas donde fue VP de Marketing Gobal de Pepsico Foods (basado en NY), VP en Asia - Pacífico y VP en Brasil, además de cumplir funciones en España, Portugal y Argentina.